La industria sigue en caída libre y el sector textil vuelve a advertir por importaciones chinas
Los datos de la industria siguen arrojando números que expresan la grave situación que atraviesta el sector productivo de nuestro país. El Índice de Producción Manufacturera (IPI) que publica el INDEC reveló que la caída general en octubre fue del 2,9%, con siete de los nueve rubros con índices en rojo. Sin embargo, un sector despertó las alarmas: la producción de textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, cayó 17,4%.
La combinación de enfriamiento del consumo con importaciones asiáticas está dañando fuertemente al sector. “Fuentes consultadas indican que la menor demanda local y el ingreso de productos importados afectaron el nivel de actividad en el mes bajo análisis”, señala el informe del INDEC. En el desagregado, el rubro muestra una caída de 12,1% en prendas de vestir, cuero y calzado, mientras que la fabricación de calzado y sus partes exhibe una baja del 21,1%. Por su parte, la fabricación de productos textiles bajó 24%, la producción de tejidos un 34,1% y la producción de hilados de algodón un 34,7%
El INDEC admitió que “se registraron algunas paradas de planta como consecuencia del menor volumen de ventas”.
Ante este escenario, la Fundación ProTejer, que nuclea a las empresas del sector, publicó un informe que en su encabezado indica que “China invade el placard de los argentinos: la avalancha de ropa barata y de baja calidad está creciendo sin parar”. Según el documento, las importaciones de China ya abarcan más del 70% de lo que se importa en el rubro. Según ProTejer, la producción textil del gigante asiático entra “sin certificaciones de calidad, sin valores de referencia, sin etiquetas, sin trazabilidad también sin pagar impuestos, las prendas chinas ingresan con ventajas imposibles de igualar para cualquier fabricante argentino”.
La advertencia no solo alcanza al sector productivo sino también al comercio, ya que ese canal se elimina con la compra en plataformas como Temu, Shein o AliExpress. Según la organización de los textiles nacionales, los subsidios estatales chinos a los envíos internacionales “permiten ofrecer precios finales más bajos que las materias primas que se utilizan en la producción nacional, incluso considerando fletes internacionales”, en un modelo que se denomina “ultrafast fashion”.
El informe detalla las regulaciones que pusieron a estos productos países como Estados Unidos (más lógico, por la guerra comercial con China), México o Francia. “Mientras que los países desarrollados avanzan para fiscalizar, regular e incluso sancionar este modelo, Argentina peligrosamente recorre el camino inverso: flexibiliza controles y elimina exigencias”, subraya el informe.