Nuevo ataque de Estado Islámico (EI) en Siria enciende las alarmas de la Casa Blanca. Este sábado, dos soldados y un civil estadounidenses murieron en una “emboscada de un francotirador” del grupo extremista, según lo comunicado por el mando militar estadounidense para Medio Oriente, el Mando Central de los Estados Unidos (Centcom).
Además, otros tres soldados estadounidenses resultaron heridos por el mismo ataque. El Centcom confirmó que el tirador fue abatido.
El vocero del Pentágono, Sean Parnell, precisó en redes sociales que el civil fallecido era un traductor estadounidense.
El presidente Donald Trump expresó su repudio: “Habrá una seria represalia”
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, apoyó nuevamente al presidente sirio, Ahmed Al-Sharaa, con quien se reunió en noviembre pasado en Washington, y dijo que tras conocer lo sucedido estaba “extremadamente enojado y perturbado por este ataque”.
Según la agencia oficial siria Sana, los disparos se dirigieron contra la delegación durante una visita a la región desértica de Palmira, en Siria.
Damasco “condena enérgicamente el ataque terrorista contra una patrulla conjunta sirio-estadounidense de lucha contra el terrorismo cerca de Palmira”, escribió ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asaad al Shaibani, en X.
Durante noviembre Siria se unió a la coalición internacional que lucha contra EI, en una estrategia que busca acercar posiciones con las naciones occidentales tras la caída de Al-Assad.
“Si ustedes apuntan contra estadounidenses -en cualquier lugar del mundo- pasarán el resto de sus vidas breves y estresantes sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los mataremos sin piedad”, expresó el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth.
El grupo jihadista Estado Islámico controlaba la región de Palmira antes de ser derrotado en Siria por una coalición internacional en 2019.