Córdoba

Ni 28 ni 30: el dato clave para tus neumáticos en la ruta

Mantener la presión adecuada en los neumáticos es un factor determinante para la seguridad, la estabilidad y el ahorro de combustible, especialmente en viajes largos. Aunque muchos conductores suelen utilizar valores estándar, los especialistas advierten que no existe una cifra universal y que el rendimiento óptimo depende de las especificaciones de cada vehículo.

El mito de la presión estándar

Es común escuchar que las ruedas deben estar a 28 o 30 libras; sin embargo, para afrontar rutas con carga, estas cifras suelen ser insuficientes. Para un automóvil mediano, la recomendación orientativa al salir a la ruta se ubica entre 32 y 33 PSI (libras por pulgada cuadrada), lo que permite que el neumático soporte el peso extra de pasajeros y equipaje. En el caso de los SUV, este valor puede ascender a las 34 PSI debido a su estructura y volumen.

Para conocer el valor exacto, los expertos sugieren consultar siempre el manual del auto o revisar la calcomanía ubicada en el marco de la puerta del conductor o en la tapa del combustible.

Reglas de oro para el mantenimiento

Para que la medición sea efectiva y el viaje seguro, se deben seguir estas pautas fundamentales:

  • Medir siempre en frío: la presión debe controlarse antes de iniciar la marcha. Al circular, el rozamiento genera calor, lo que expande el aire y distorsiona la lectura del manómetro, arrojando valores inexactos.
  • Ajuste por carga: se recomienda un inflado apenas superior al habitual del tránsito urbano para evitar deformaciones en la banda de rodamiento ante la exigencia de la carretera.
  • Estado del dibujo: según el Automóvil Club Argentino (ACA), la profundidad de los surcos nunca debe ser inferior a 1,6 milímetros para garantizar la adherencia y evitar el aquaplaning en días de lluvia.
  • La rueda de auxilio: es indispensable incluirla en los controles previos, asegurándose de que tenga la presión correcta para ser utilizada ante cualquier imprevisto.

Beneficios económicos y preventivos

Una presión incorrecta no solo es peligrosa, sino costosa. Si el inflado es inferior al recomendado, aumenta la resistencia a la rodadura, lo que incrementa el consumo de combustible. Por el contrario, un exceso de aire compromete el contacto con el asfalto y genera vibraciones.

Además de la presión, es vital realizar la alineación y el balanceo cada 10.000 kilómetros y considerar el reemplazo de las cubiertas cada 60.000 kilómetros o al cumplir entre 5 y 10 años desde su fabricación, ya que el caucho pierde sus propiedades de agarre con el tiempo.

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