El Fiscal de instrucción en violencia de genero y familiar, Gerardo Reyes, dispuso la elevación a juicio de la causa seguida en contra de Pablo Rodríguez Laurta por los delitos de homicidio calificado por el vinculo alevosía y violencia de genero; violación de domicilio, amenazas y desobediencia a la autoridad en contra de su ex pareja Luna Giardina y su ex suegra Mariel Zamudio.
Por su parte, la abogada Marina Romano que patrocina a Laura Giardina, hermana de Luna, una de las víctimas, anticipó que no se les ha permitido aún ser querellantes en esta causa, lo que les genera dudas respecto de las diligencias judiciales que se están realizando.
En declaraciones a Canal 10 y el streaming de SRT Media, la abogada y Laura Giardina, hermana de Luna, reiteraron sus reclamos y manifestaron sus expectativas respecto de las actuaciones que se vienen llevando a cabo en el marco de la causa.
A Laura nos manifestó que “como familia bastante consternados porque, si bien obviamente es lo que esperábamos, que se eleve a juicio, pero esperábamos ser parte de la causa, como querellantes, poder estar informadas hasta el día de hoy. La verdad que nadie nos ha dado información. No sabemos nada prácticamente de la investigación. Está bien que todo tiene su tiempo y demás, pero al menos la sensación que tengo es una violencia que sigue existiendo. Antes con mi hermana y ahora con la familia. Es como bastante violento el tema de que nos quieran dejar afuera” y agregó que “es difícil querer seguir viviendo, seguir acomodando el tema mientras tengamos que seguir lidiando con cosas que son como obvias. No hay más familia, somos nosotras.”
Este caso y las agresiones de Pablo Laurta a tu hermana y a su mamá ya eran muy conocidas, ya había habido actuaciones judiciales y es como que la justicia siempre está dejando de lado a las víctimas, le planteamos y nos dio su sensación al expresar “en su momento mi hermana lamentablemente tuvo que pasar por todo esto de buscar protección acá, allá, yendo de un lado a otro. Si bien han habido ayudas, por decirlo de alguna forma, legales, había el botón de pánico, pero hay muchas cosas que me gustaría saber, como por ejemplo: por qué ellas tenían el rastreador de la tobillera y el tipo no tenía la tobillera puesta. Cosas que solamente lo saben internamente y como familia queremos saber qué pasó.”
Por su parte la doctora Marina Romano, que está patrocinando a Laura y a la familia Luna nos explicó qué significa ser querellantes que no lo están logrando en esta causa, y nos dijo que “es una figura adhesiva al fiscal que le permite a la víctima, indirecta en un delito o también a sus herederos forzosos, colaborar en el proceso y ayudar en la investigación. Hay que decir que mis clientas, que son los únicos mayores de edad, porque luego les subsiste el menor de 5 años, no lo pueden hacer. Es decir que es una situación sumamente re-victimizante en un caso muy particular de un femicidio, de un doble femicidio, donde se ha escuchado, hoy que hablamos tanto de la reforma del código penal, nada más ni nada menos, a semejante homicida que a través de su defensor oficial, Muñiz, se opuso a la calidad creyente que ya había sido aceptada por el señor fiscal, se lo escuchó al homicida y no a mis clientas, y eso las ha, por decirlo así, expulsado de la calidad de querellante que hoy está en un recurso de apelación ante la Cámara de Acusación.”
La abogada también destacó que “lo que hay que decir es que la figura del femicidio, que está como un agravante de la figura del homicidio, no está contemplada expresamente por el código penal, y en este caso no habría diferencia prácticamente.”
¿Qué viene ahora? ¿Qué hay que esperar? ¿Se puede abrir la posibilidad de ser querellantes, o ya no?, le preguntamos y nos explicó que “lo que hay que decirle a la ciudadanía es que la Cámara de Acusación, en la jurisprudencia actual, ha admitido el concepto amplio del querellante, que no se limita solamente a las víctimas indirectas del delito, o a sus herederos forzosos, es decir, en el grado ascendiente y descendiente, sino que en este concepto de la amplitud de la familia, que además el que acepta el nuevo código civil, un concepto amplio referido a la familia, que tiene nuevas formas, una nueva constitución, lo que ha referido tanto el juez de control como también, hay que decir, el fiscal cambió su opinión con relación a Mirna, que es mi otra clienta, es una contraposición con la jurisprudencia actual, que esperemos que, por supuesto, les haga lugar y les permite participar, nada más ni nada menos, en un debate oral y público.”
A Laura le pedimos que nos describiera ¿Cómo era Luna?, y con lágrimas en los ojos nos señaló que “era hermosa, muy alegre, Mariel también, a pesar de todo, porque lamentablemente no es que tuvieron un final tan brusco, sino que también vivieron bajo un manto de terror, porque ya no era miedo, era terror lo que tenían. Ya vivían encerradas, no querían salir. Yo hablé con mi hermana una semana antes de que pase todo esto y estaba feliz porque se había inscripto en la universidad, iba a empezar a estudiar agronomía, yo también estudié agronomía, entonces era como: “hermana, voy a ir a la misma universidad…!” Estaba muy feliz y ahí es donde me entra la duda, porque ellas estaban viviendo tan relajadas como tendrían que haber vivido siempre, pero el último tiempo estaban relajadas con el tema de la seguridad.
Y ahí es donde me entra esta duda de por qué tenían un rastreador de una tovillera que no estaba puesta.”
Al proseguir su relato nos contó que “ellas siempre tenían el botón de pánico, hasta para salir al patio iban con el botón. Vivían encerradas, con llaves, las ventanas con candados, porque tenían miedo. Entonces mi sobrino creció en este ambiente de sus cuidadoras temerosas y claramente no podía desarrollarse, como cualquier otro niño, que va a la plaza, que se junta con otro niño. Tenían miedo de salir. Mi hermana lo llevaba al colegio y volvía, tenía una persona que la acompañaba porque Mariel trabajaba, entonces ella no quería estar sola. Y ahora nos damos cuenta por qué.”
También nos contó que “mi sobrino (el hijo de Luna Giardina) está cuidado, mi sobrino está con un entorno familiar que lo estamos protegiendo, pero lo importante es la salud de él ahora, que él pueda reconstruir su vida… poder vivir y empezar a desarrollarse más tranquilamente, pero igual ya su vida está truncada, porque su mamá ya no está… y por todo lo que vivió y por todo lo que le va a tocar enterarse cuando él crezca y tenga acceso a tecnología y pueda ver todo esto y se entere que su padre fue finalmente quien le dio fin a su mamá.”
Una mujer valiente que se expone para pelear por justicia para su hermana víctima de femicidio y visibilizarlo para que no vuelva a ocurrir, nos dejó una reflexión final al expresar: “para que no vuelva a ocurrir y no haya más mujeres. En un momento me tocó ir a una oficina, donde había una pizarra, una pizarra enorme, llena de mujeres que habían tenido el mismo fin que mi hermana. Ahí estaban mi hermana y Mariel también, en esa lista enorme, es durísimo, uno escucha, ve todas estas cosas y nunca te imaginas que te va a tocar de tan cerca. Entonces todo esto no es sólo por mi hermana, sino para que no haya más Lunas, que realmente se tenga en cuenta cuando una mujer va y denuncia, ¿para qué invitan a denunciar si después van a quedar medio a la deriva? Así se sentía ella, así nos sentimos ahora nosotros como familia. Seguimos a la deriva, seguimos tratando de que nos acepten, por ejemplo, casi que pidiendo por favor. Es como ilógico que nos dejen afuera, que no podamos saber lo que ha pasado o aportar más información independiente, que nos han tomado declaraciones y todo, pero podríamos hacer un aporte al tema. Conociendo la causa, conociendo a mi hermana, lo que vivieron, y que tengan más en cuenta, como dice mi abogada, la otra parte y no a nosotras. Como que él se opuso, listo, están afuera.”
Finalmente nos dijo que “No tiene mucho sentido. Hay algo que evidentemente no quieren que sepamos. Esa es mi conclusión. No quieren que sepamos lo que ha pasado con ella, las denuncias que mi hermana venía haciendo. ¿Dónde están? ¿Qué pasó con eso? ¿Por qué cuando mi hermana denunció que este tipo tenía armas y iba a escuela de tiro y sabía disparar, qué pasó con eso? ¿Por qué no lo tuvieron en cuenta? ¿Por qué cuando este tipo estuvo viviendo tres días arriba de su techo, claramente acechando y vigilando, ¿por qué después lo dejan ir como si fuera un empresario que vino a Córdoba a hacer negocios? No se entiende. De verdad que hay muchas cosas que están ahí sin explicación y que justamente es lo que estamos buscando. Saber qué pasó y poder darle un cierre, porque lamentablemente ya no hay vuelta atrás, ellas no van a volver.”