Murió Perry Bamonte, una pieza clave en la historia sonora de The Cure
El músico británico Perry Archangelo Bamonte, histórico guitarrista, tecladista y bajista de The Cure, falleció a los 65 años, según confirmó oficialmente la banda este viernes 26 de diciembre. La noticia causó una profunda conmoción entre seguidores y colegas, ya que Bamonte fue una figura fundamental en varias de las etapas más creativas y expansivas del grupo liderado por Robert Smith.
De acuerdo con el comunicado difundido por The Cure, el músico murió tras una breve enfermedad, en un marco de intimidad familiar durante las celebraciones navideñas. La banda lo despidió con palabras cargadas de afecto, destacando su sensibilidad artística, su bajo perfil y su compromiso absoluto con la música.
De técnico a integrante esencial
Nacido en Londres en 1960, Perry Bamonte se vinculó por primera vez con The Cure a mediados de los años 80, inicialmente como parte del equipo técnico del grupo durante las giras. Su cercanía cotidiana con la banda y su formación musical lo llevaron, con el tiempo, a convertirse en una presencia cada vez más activa en los ensayos y procesos creativos.
En 1990, tras la salida del tecladista Roger O’Donnell, Bamonte fue incorporado oficialmente como miembro estable, iniciando una etapa decisiva en la evolución sonora de The Cure. Su aporte fue clave en la consolidación de un sonido más atmosférico y expansivo, combinando guitarras etéreas, capas de teclados y arreglos electrónicos que marcaron la identidad del grupo durante los años siguientes.
Álbumes, giras y una estética propia
Durante su primera etapa en la banda, Bamonte participó en discos fundamentales como Wish (1992), Wild Mood Swings (1996) y Bloodflowers (2000), trabajos que reflejan la versatilidad musical del grupo y su capacidad para alternar entre la melancolía introspectiva y la épica emocional.
En paralelo, fue parte de más de 400 conciertos alrededor del mundo, convirtiéndose en un engranaje esencial del poderoso dispositivo escénico de The Cure. Sobre el escenario, su rol no siempre fue protagónico, pero sí decisivo: Bamonte aportaba profundidad, textura y equilibrio, reforzando el clima emocional que caracteriza a las presentaciones del grupo.
Tras dejar la banda en 2005, continuó vinculado a la música, aunque lejos del centro mediático. Sin embargo, su historia con The Cure tendría un nuevo capítulo.
El regreso y el reconocimiento
En 2019, Perry Bamonte fue incluido junto a The Cure en el Salón de la Fama del Rock & Roll, un reconocimiento a décadas de influencia en la música alternativa global. Poco después, en 2022, se reincorporó a la banda para la gira Shows of a Lost World, con la que recorrió distintos países hasta 2024, reafirmando su lugar dentro de la formación clásica del grupo.
Su regreso fue celebrado por los fans como un gesto de continuidad y respeto por la historia sonora de The Cure, en un momento de madurez artística y revisión del propio legado.
Un músico silencioso, una huella profunda
Lejos de los excesos y del protagonismo, Perry Bamonte fue siempre un músico de perfil bajo, valorado por sus compañeros por su calidez humana, su intuición musical y su entrega absoluta al trabajo colectivo. Robert Smith y el resto de la banda lo definieron como “una presencia constante y profundamente creativa”, capaz de enriquecer cada proyecto sin necesidad de ocupar el centro de la escena.
Con su muerte, The Cure pierde a uno de sus arquitectos silenciosos, y el rock alternativo despide a un artista cuya influencia perdurará en canciones, discos y memorias compartidas por generaciones de oyentes.