Estudiantes de la UNC crean un test para detectar el Parkinson
Estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba desarrollaron un revolucionario test para diagnosticar trastornos como el Parkinson y el Alzheimer a través del olfato.
Este sistema permite detectar cambios en el sentido del olfato hasta 10 años antes de que aparezcan los síntomas motores, abriendo la puerta a diagnósticos más precoces y tratamientos más efectivos.
Innovación y desarrollo
Este proyecto innovador se desarrolló en colaboración con el Hospital San Roque, buscando mejorar la calidad de vida y atención médica. Además, el equipo de estudiantes está explorando la posibilidad de patentar el dispositivo y expandir su uso en hospitales, con un costo accesible para todo el sistema de salud.
En el programa CRÓNICA MATINAL de Canal 10, dialogamos con Josefina Sosa y Pilar Gastaldi, dos de las cuatro estudiantes de la carrera de Ingeniería biomédica, que junto con Sofía Villarroel y Julieta Huber, son las autoras de este proyecto.
Las estudiantes nos contaron que este proyecto empezó en una materia, Ingeniería en rehabilitación, donde nosotros tenemos que buscar una problemática en la sociedad, entonces nos acercamos al hospital San Roque donde la doctora Patricia Quevedo nos dijo que tenía una problemática, que era que tenían unos frascos que ellas querían intentar hacer un test de olfato. Entonces de ahí surgió todo este proyecto que nosotras mejoramos, este test y además le agregamos complementos.”
Este es un test de olfato, de ahí se parte, lo que quisimos saber es qué es lo que tratan de demostrar con este proyecto, qué es lo que demuestra, cuál es el resultado del test, hacia dónde apunta, respecto de lo que las estudiantes, nos contaron que “la pérdida del olfato es uno de los primeros indicadores que se ven en las enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y el alzheimer, por lo que estas enfermedades se pueden diagnosticar con la pérdida del olfato entre otros síntomas, hasta 10 años antes de que aparezcan por ejemplo los temblores en el Parkinson y es lo que nosotras queremos implementar con nuestro test de olfato”, señaló Josefina Sosa.
También les consultamos si este test de olfato se puede hacer en cualquier persona o hay una edad a partir de la cual se puede realizar, a lo que Pilar Gastaldi nos respondió que “buscamos principalmente personas con antecedentes de estas enfermedades, antecedentes familiares, y un rango de edad de mayores de 35 años, que es más o menos donde se va a presentar la pérdida del olfato. fato que en algún momento se asoció al al coronavirus Pero también es uno de los síntomas primeros de estas enfermedades neurodegenerativas antes que aparezcan muchos años antes que aparezcan todos los demás.”
Por su parte, Josefina Sosa nos explicó que “nos centramos más que nada en el Parkinson, con síntomas como la pérdida del olfato, también trastornos del sueño y otras cuestiones que son mucho antes de que se presenten los síntomas motores.”
¿Cómo se hace el test?
Las estudiantes nos mostraron también cómo se desarrolla el test y describieron los elementos utilizados, primero la persona que se va a realizar el test coloca la frente a 2 centímetros de donde va a estar el lápiz que nosotras diseñamos y que tiene distintas esencias, son 14 en total, cada una con una esencia diferente y también agregamos dos placebos, o sea hay dos esencias y dos placebos, los placebos son para que la gente no diga cualquier dato y no elija las opciones al azar, y para que el test sea mucho más fiable.”
“Además hay una botonera conectada a un ordenador, que va a coincidir con los números de las opciones que se encuentran en unas tarjetas gráficas donde está los elementos cuya esencia se huele”, y agregaron que antes de iniciar el test la persona va al doctor/a que va a rellenar con algunos datos que son importantes como el nombre, si tuvo antecedentes con familiares de Parkinson o Alzheimer, si tuvo Covid y si es fumador. Después de eso empieza el test, la persona va eligiendo la opción que le parezca y estos datos se van guardando en un Excel que después al final del test nos va a decir cuántos aciertos y desaciertos tuvo en la persona”, señalaron Josefina y Pilar.
Después de haber hecho todo el recorrido, con todas las esencias y los placebos, aparece un resultado que es estadístico para determinar si puede haber una probable enfermedad neurodegenerativa, le preguntamos a lo que las estudiantes nos puntualizaron que “va a salir la cantidad de aciertos y desaciertos que tuvo en total el paciente y en base a eso el médico va a hacer la evaluación, porque este test se complementa con un cuestionario de síntomas no motores para el Parkinson por ejemplo, que son un par de preguntas y si consideramos que más de tres desaciertos ya es una una pérdida del olfato, con el test de síntomas no motores, si esas dos cosas dan positivo, hay una alta probabilidad de que la persona padezca de Parkinson y se comienzan a hacer los estudios más profundos como sangre y estudios de imágenes, por ejemplo.”
Qué bueno es pensar que se puede detectar con tantos años de anticipación una enfermedad neurodegenerativa, para empezar un tratamiento y que las consecuencias no sean tan graves, fue lo que le planteamos a estas jóvenes promesas de la ciencia, y nos revelaron que "lo que nosotros tratamos de buscar, es alargarla a la aparición de la enfermedad, que no aparezcan tan tempranamente lo que son, por ejemplo en el parkinson, los temblores, entonces por ahí se pueden hacer dietas o algún tipo de rehabilitación en donde aplacemos la aparición de la enfermedad", nos dijo Pilar Gastaldi.
Un orgullo más de la ciencia Argentina
Sólo nos quedó felicitarlas, porque además son muy jóvenes, son cuatro estudiantes y se ponen en marcha, tienen que saber mucho de medicina pero también mucho de ingeniería, de electrónica, eso es ingeniería biomédica, una carrera indudablemente para el futuro.
Como epílogo de esta nota, Pilar y Josefina nos dejaron una opinión respecto del presupuesto y financiación de la ciencia en Argentina, de los fondos que tiene que tener la ciencia, porque de ahora en más ellas, que ya hacen esta primera investigación donde la acompaña la Universidad Nacional de Córdoba, que si no fuera pública no se podría, sobre lo que estas estudiantes reflexionaron que "sí, realmente la universidad nos ayudó mucho a poder lograr esto y en este momento estamos buscando inversionistas para poder llevar adelante esto a gran escala y poder generar productos, porque esto es un prototipo", dijo Pilar, mientras que cuando destacamos que al prototipo lo financia la universidad pública, Josefina remarcó que "sí la universidad pública y la salud pública porque nosotros estamos trabajando en conjunto con el hospital San Roque de Córdoba, así que es un trabajo interdisciplinario que si no fuese pública la universidad, no podríamos tampoco llegar a tener estos contactos tan buenos."
Son jóvenes estudiantes que cuentan con el respaldo y el apoyo como bien decían ellas, de la universidad pública, la Universidad Nacional de Córdoba, con el gobierno nacional que hasta ahora financia la investigación en una primera etapa, que es esta, la fundamental, si no arranca acá no la financia nadie, y también de la salud pública, en este caso trabajando mancomunadamente con hospitales de la provincia. Así funciona la investigación y la ciencia cuando esto se patenta después vienen las empresas privadas y financian el proyecto a gran escala y ese es el momento de la empresa privada, antes lo debe financiar la universidad pública.