El Gobierno finalmente confirmó la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, adelantó este viernes que el gobierno nacional convocará a sesiones extraordinarias del Congreso para tratar, entre otros temas, la reforma electoral y la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
“Una PASO en el orden nacional debe estar costando 150 millones de dólares. Es un gasto ridículo, un mal uso de los fondos del Estado y eso hay que cambiarlo. Si somos serios, hay que cambiar el sistema”, planteó Francos en diálogo con Radio Mitre.
El Jefe de Gabinete no consideró necesario dar precisiones sobre la ausencia de presupuesto nacional por segundo año consecutivo. Es caso cerrado: el gobierno nacional prefiere administrar las partidas presupuestarias a discresión, ante el silencio cómplice de quienes hasta hace poco consideraban esto una falta grave.
El funcionario, además, adelantó que el oficialismo convocará a legisladores del PRO y de la UCR para negociar los apoyos necesarios. “Trabajemos y hablemos de las leyes que se vienen, y después hablamos de las elecciones”, aseguró. Y amplió: “Estamos en momentos para trabajar en conjunto y llevar adelante leyes que tenemos pendiente, como Ficha Limpia”.
Se trata de un aparente cambio de posición del Gobierno Nacional, que apenas en diciembre pasado hizo una maniobra para impedir el tratamiento de este proyecto, impulsado principalmente por el PRO.
Sin duda, el planteo responde a la intención del ejecutivo de volver a la carga con la aprobación de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
La aritmética parlamentaria (el “poroteo”) presenta un camino más sencillo en la Cámara de Diputados que en el Senado, donde el kirchnerismo es primera minoría y podría bloquear los nombramientos. Además, tan pronto sesione el senado, se volverá a poner en discusión el reemplazo del “mochilero” senador Kueider, ya destituido y aún con prisión domiciliaria en Ausnción, Paraguay.
Un inconveniente que sin duda deberá sortear el oficialismo es la ausencia de diputados aliados, que después de los tironeos y destratos de diciembre planificaron sus vacaciones con prescindencia de cualquier agenda oficialista.
Hasta ayer, nadie, ni oficialista ni opositor, ni el Senado ni en Diputados, estaba al tanto de un adelantamiento de las sesiones extraordinarias, por lo que muchos legisladores se encuentran de vacaciones o con salidas programadas en los próximos días