Córdoba

Cooperativas, mutuales y su épica solidaria

Asistimos a un momento cultural en el que se pretende que mande la lógica de mercado, de una manera especulativa-financiera, por sobre la dignidad humana, en un contexto de individualismo que nos arrincona en soledades que no edifican y, por el contrario, potencian los miedos a la realidad y al futuro y nos empujan a un sálvese quien pueda.

En ese contexto, es importante rescatar el pasado, para entender el presente y proyectar el futuro positivo con esperanza y bien común.

Todo ello, en la clara conciencia que mucho de lo que tenemos fue fruto del sufrimiento y esfuerzo mujeres y hombres gigantes que, en medio de grandes dificultades, se pusieron al hombro los desafíos, con ayuda mutua y desde la solidaridad compartida en cooperativas y mutuales, para contribuir a crecer en dignidad, particularmente, en el interior del interior de nuestro país, dónde, gracias a dichos empujes solidarios, se pudo acceder a los servicios más elementales.

Este año 2025, ha sido designado por las Naciones Unidas como el “Año Internacional de las Cooperativas, bajo el lema "Las cooperativas construyen un mundo mejor". Desde esa perspectiva, cabe refrescar, algo del pasado épico de las organizaciones argentinas de la economía solidaria

Cooperativa Eléctrica de Punta Alta

En la localidad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, la prestación de la electricidad era monopólica y estaba a cargo de empresa conocida como “la Ítalo”, que tenía un servicio malo y costoso. Un grupo de vecinos, en 1926, asumieron el desafío de darse el servicio básico de electricidad. Se organizaron como cooperativa, lo que llevó al nacimiento de la primera cooperativa eléctrica del país.

La empresa Ítalo, como represalia, le cortó el servicio a Nicoliche, uno de los impulsores de la idea. Luego de la queja del pueblo, tuvo que reponerle la prestación eléctrica.

La Cooperativa Eléctrica Punta Alta (CEPA), en 1927, comenzó a brindar el servicio. La Ítalo, enterada que los industriales panaderos apoyaban con fuerza la idea cooperativa, armó una panadería, en la que regalaban el pan, para perjudicar económicamente a los panaderos. Lo épico de la mentalidad comunitaria fue, que las personas siguieron comprando el pan en las panaderías existentes y no retiraban el pan gratis que les ofrecía “la Ítalo”.

Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas

Otro caso a rescatar, entre tantos, fue el de laCooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de la localidad Rojas, Provincia de Buenos Aires, creada en 1933, con la finalidad de abaratar y mejorar el precio que estaban pagando los consumidores por la electricidad cara y deficiente, provista por la usina privada de la firma “Bertuletti y Cia”.

Desde un principio tuvieron que enfrentarse a los gobiernos de turno, en lo provincial y en lo municipal, que pusieron diversas trabas al proyecto cooperativo.

En octubre de 1939, atento a los inconvenientes planteados a la concreción de la idea cooperativa, el pueblo declaró una huelga de consumidores de luz, que duró seis meses. Los comercios cerraban cuando bajaba el sol y las familias usaban velas y kerosene para alumbrarse y solicitaron a la empresa eléctrica que les retiraran los medidores. También hubo luego, un paro general de actividades en la ciudad, por 14 días.

En septiembre de 1940, luego de la intensa lucha librada por la comunidad, se dictó el decreto que otorgaba a la cooperativa el permiso para prestar el servicio eléctrico.

Mutual Carlos Mugica – Radio La Ranchada

En el año 1987, nació la Mutual Carlos Mugica con el objetivo de desarrollar estrategias de intervención de forma directa en torno a la formación y el fortalecimiento de organizaciones de base de villas y barrios carenciados de la ciudad de Córdoba, favoreciendo el desarrollo comunitario.

En 1989, se fundó la “Radio Comunitaria La Ranchada”, actual FM 103.9, con el fin de dar voz a los que no la tienen. La ley de radiodifusión del proceso militar lo impedía, ya que determinaba, en el art. 45, que las entidades sin fines de lucro no podían ser titulares de licencias de radiodifusión.

Representando a la mutual, como abogado, tuve el privilegio de llevar adelante jurídicamente un amparo para que no se le exigiera perder identidad y poder compartir el pan de la palabra y la información. Así, se llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, tribunal que, atendiendo a nuestros argumentos, declaró la inconstitucionalidad del referido artículo de la ley.

Dicho fallo fue el que permitió revertir la prohibición existente y abrió el camino para las licencias de los servicios de comunicación audiovisual a cooperativas, mutuales y demás entidades de la economía social y solidaria.

El mártir cooperador Beato Wenceslao Pedernera

En la búsqueda de los nobles objetivos cooperativos también hubo mártires. Tal es el caso de Wenceslao Pedernera que, en La Rioja, bajo la orientación pastoral de Monseñor Enrique Angelelli, se dedicó incansablemente en elevar las condiciones de dignidad de los trabajadores rurales, fomentando la organización de cooperativas. Así, trabajó para conformar diversos tipos de cooperativas en el ámbito rural de provincia de La Rioja, en la clara conciencia, que no se puede luchar solo contra la adversidad y que la solidaridad entre todos era básica.

Los fines solidarios de ayuda mutua, concretados por los cooperativistas afectaban, seriamente, entre otras cosas, los intereses de quienes monopolizaban la comercialización de los productos regionales. Éstos eran los que establecían, arbitrariamente, los precios de tejidos, aceitunas, uvas y vinos.

También Pedernera concientizaba en derechos a los trabajadores, lo que complicaba a los sectores productores terratenientes el encontrar mano de obra barata y, en una ética basada en la honestidad, la responsabilidad social y el altruismo, constituyó la coordinadora de cooperativas, para potenciar la lucha colectiva. La caridad y justicia en su accionar, como laico católico comprometido, motivó que fuera perseguido y luego, acribillado a balazos, en la puerta de su casa, el 25 de julio de 1976, en la localidad de Sañogasta.

El Papa Francisco lo nombró “beato”, en el año 2019, por la vocación, sin claudicaciones, de trabajar hasta el martirio, por valores superadores, como los del cooperativismo. Además, fueron beatificados en la misma ocasión, por la lucha en favor de los más débiles, el obispo Enrique Angelelli y los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, también asesinados, por la dictadura militar, entre julio y agosto de 1976.

Durante todo el año que viene 2026, en el arzobispado de Córdoba, se conmemorará, con distintas actividades, los 50 años del martirio de Monseñor Angelelli y de sus compañeros.

La lucha continua

La humanidad tecnificada, ahora con Inteligencia Artificial, afronta la disyuntiva de trabajar hacia una pluralidad respetuosa, solidaria e integradora, en aras de la dignidad de la humanidad toda, como fomenta la economía solidaria o ser arrastrada hacia una diversidad solitaria, individualista y dispersa, que acrecienta la desigualdad, la exclusión y rompe la cohesión social, ya que las personas que se enfocan sólo en sus propios intereses y objetivos, quedan desconectadas, sin un sentido de comunidad o pertenencia, sin Patria.

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