Danza y canto coral en Córdoba: L E V E presenta una única función en el Teatro Real
Luego de tres funciones colmadas en la Sala Quinto Deva, vuelve L E V E en el Teatro Real.
L E V E Música coral y danza contemporánea sobre The Sacred Veil de Eric Whitacre.
La Compañía Danza Viva , dirigido por Cristina Gómez Comini y 12 de Cámara dirigido por Camilo Santostefano.
Única Función Viernes 17 de octubre, 21h. Teatro Real en la Sala Carlos Giménez San Jerónimo 66 – Córdoba Capital. Entradas en L E V E en el Real – Autoentrada
Síntesis argumental:
L E V E es una reflexión profunda sobre la conexión de las almas unidas por el amor. Doce voces en vivo, piano, violoncello y cuatro bailarines dan vida a una historia que trasciende lo anecdótico para transformarse en un discurso profundamente espiritual.
FICHA TÉCNICA Música: Eric Whitacre Textos: Anthony Silvestri, Julie Lawrence Silvestri y Eric Whitacre
Dirección Musical: Camilo Santostefano; Dirección Escénica y Coreográfica: Cristina Gómez Comini. Bailarines: Luciana Alvarez, Ludmila Cassano, Lucia Castoldi, Lucas Cadelago.
12 de Cámara: Ayelén Regalado, María de los Ángeles Triay, Agustina Morcos Porras, Emilia González Zanotti, Celeste Podoroska, Marcelo del Río, Gioia Falco, Daniel Asrín, Exequiel Ibarra, Héctor Marenchino, Humberto Savid, Franco Padilla, Ángel Carranza .
Músicos: Violoncello: Pedro Catriel Luna; Piano: Andrea Mellia;
Diseño de Escenografía: Augusto Bernhardt ; Realización de Escenografía: Mauricio Rondot Diseño y realización de Vestuario: Ana Rojo. Diseño de iluminación: Rafael Rodríguez. Diseño gráfico: Juan Pablo Bellini. Sobretitulado: Joaquín Barrera. Voz en off: Sofía Castoldi Sonido y contenido de Redes: Leticia Tolosa. Estrategia de Redes: María de los Ángeles Triay .
Sobre la obra reflexiona Cristina Gómez Comini:
Dónde está el límite entre lo tangible y lo intangible? Cuán verdadero es lo que vemos y tocamos frente a lo que no vemos y por tanto no palpamos? Qué lugar ocupa la muerte en nuestras vidas y dónde están nuestros seres queridos que abandonan sus cuerpos? La muerte es uno de los grandes enigmas de nuestra humana existencia… vivimos, morimos y después qué? Algunos creemos que nuestros amados están allí, muy cerca, “apenas separados por un delgadísimo velo” tal como lo expresan Eric Whitacre y Anthony Silvestri en una obra musical contemporánea magistral, un verdadero canto a la espiritualidad de la que somos apenas capaces los hombres y mujeres comunes de esta tierra. La puesta. La idea de un velo que apenas separa a los que aún vivimos en este mundo material de aquellos que lo hacen en el mundo etéreo, es decir de aquellos seres que ya no podemos ver ni sentir salvo con la fuerza del amor, requería de un dispositivo escénico que nos permitiera materializar la metáfora de esos mundos unidos y separados a la vez. La escenografía de Augusto Bernhardt, es un elemento escultórico y rico visualmente pensado para dividir sutilmente el territorio escénico sin que por ello éste pierda unidad. En otras palabras la escenografía sintetiza el concepto vertebral de la obra que trabaja junto con un delicado vestuario de Ana Rojo y un cuidado diseño de iluminación de Rafael Rodríguez. La danza, con su poder evocativo y capacidad de abstracción, nos permitió transitar la historia haciendo visible con movimiento los sentimientos y emociones de Anthony y Julie, protagonistas del relato, como así también de los hijos que existieron primero en los sueños de Julie y luego nacieron en el transcurso de su enfermedad. Música, movimiento, poesía y plástica se reúnen en esta pieza que no tiene precedentes en cuanto a puesta en escena.
Recomendamos leer y escuchar la entrevista realizada a Cristina Gómez Comini en ocasión del estreno de la obra en la sala Quinto Deva
Camilo Santostéfano escribió al respecto: The Sacred Veil, o la nueva Traviata. Corría el año 1853 y Giuseppe Verdi estrenaba en La Fenice de Venecia una de las óperas más notables del género: La Traviata. Cualquier clase de elogio sobre sus características musicales y dramáticas quedaría corto, pero no es allí donde deseo detenerme. Esta notable pieza revolucionó el género interpelando, a través del mundo de la lírica, a una sociedad que velaba a sus muertos por una de las más grandes epidemias mundiales: la tuberculosis. Así, de forma disruptiva en el género, Verdi se animó a hacer morir sobre el escenario a su protagonista, Violetta Valery, de la misma enfermedad que se llevaba consigo a familiares y amigos de los espectadores. Julia Lawrence Silvestri (Julie), la protagonista de The Sacred Veil, es diagnosticada terminalmente de cáncer, muriendo por un flagelo que, al igual que ocurriera con Violetta, nos toca a todos de cerca en mayor o menor medida. Esta historia real, contada a través de los textos de Julia, de su esposo Anthony Silvestry (Tony) y del propio Eric Whitacre, compositor y amigo íntimo de la familia, nos atraviesa en primera persona. A lo largo de una docena de números musicales exquisitamente compuestos se narra un recorrido que nace con el comienzo del romance entre Julie y Tony y nos lleva a pensar sobre la trascendencia, la de Julia y la nuestra.