Flexibilización: “La informalidad laboral es la única ilegalidad que se tolera”
Desde Estados Unidos, donde en las últimas semanas estableció residencia permanente, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una reforma laboral que reemplace lo que llamó “un régimen laboral arcaico, rígido, imprevisible” por “un régimen laboral más ágil, más dinámico y que termine con la industria del juicio”. Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, aseguró que “es el mismo discurso que precedió al intento de reforma laboral de Macri en 2017 y a la reforma laboral de la Ley Bases, que ahora pareciera que no existió pero fue muy profunda”.
“Dicen que hay que agilizar las relaciones laborales, modernizarlas, adecuarlas al siglo XXI, un año después de esa reforma el resultado fue el contrario: creció el desempleo, el empleo informal”, expresó el abogado en Fuerte y Claro, por los medios de los SRT. Por el contrario, en su mensaje grabado de ayer, Caputo les había dicho a los empresarios que “a veces tener que despedir a alguien puede simplemente hacer que tengan que cerrar su empresa o su emprendimiento”.
Cremonte citó un análisis de la OIT sobre 63 países de distintos continentes y diversos niveles de desarrollo que mostró que una reforma laboral regresiva deterioró en todos los casos los índices sociales y económicos. En ese sentido argumentó que facilitar despidos sirve “para abaratar costos y aumentar la rentabilidad donde la productividad no crece”.
“Para una pyme que tiene problemas el costo laboral es la preocupación número diez. El primero es el costo del dinero, una tasa de interés del 100%. El segundo son los servicios. Y el tercero es que no vende nada de lo que produce. Nadie promueve el empleo facilitando el despido”, lanzó Cremonte.
El representante de los abogados laboralistas del continente sostuvo que la informalidad laboral “es una patología del mercado de trabajo en la Argentina” y que el gobierno de Milei eliminó sanciones para aquellos empleadores que no registren la relación laboral.
El jurista graficó su planteo con una comparación: “Si una pyme no paga un crédito de estos usurarios que tienen que tomar, lo ejecutan. Si no paga el alquiler, lo desalojan. Si no paga un servicio, se lo cortan. Pero no registrar una relación laboral es la única de todas las ilegalidades que se toleran”. “Es el único delito para el cual este gobierno promueve la eliminación de la pena. Cualquier otro delito contra el derecho de propiedad dicen que hay que eliminarlo. Claro: la víctima es un trabajador”, disparó Cremonte.
Sobre la condición vetusta de la legislación laboral -que es lo que indicó Caputo- Cremonte retrucó que “en materia de jornada no se discute que todavía rigen leyes de hace más de 100 años: la ley de las ocho horas diarias de jornada es de 1929; la ley del descanso dominical es de 1906, y nadie plantea que hay que modernizar esa legislación para que la vida sea más llevadera”.
“Con los salarios miserables que hay en nuestro país, aun teniendo un empleo formal registrado, hoy mucha gente sale y se pone a manejar un Uber para completar un ingreso más o menos digno. O si pueden hacen horas extras. El bajo nivel salarial hace que ya nadie pueda quedarse con esas ocho horas no le garantizan una vida digna”, dijo Cremonte, y recordó que un artículo de la Ley de Contrato de Trabajo que muchas veces se olvida dice que el salario mínimo debe garantizar las necesidades básicas. “Para eso tendría que ser de dos millones de pesos”, cerró Cremonte. Hoy ese índice se ubica en los $317.800.