Córdoba lanzó el primer modelo escolar contra el calor extremo en América Latina
Las temperaturas extremas son un desafío ambiental y también una problemática sanitaria y educativa.
Este miércoles, la Escuela Blas Parera, ubicada en el barrio Marechal de la capital provincial, presentó los resultados de la primera fase del programa “Escuelas Insignia ante el Calor Extremo”, desarrollado junto a las organizaciones Alianza Clima, Vida y Salud (ACVS) Internacional y ACVS Argentina.
La iniciativa —pionera en Argentina y América Latina— propone un modelo replicable para enfrentar el impacto del calor en la educación: ausentismo, interrupción de clases, problemas de salud y condiciones que afectan el aprendizaje.
El médico cordobés Carlos Ferreyra, director del programa a nivel internacional, sostuvo en el programa Fuerte y Claro de SRT Media que el impacto “salva horas de clase, creando una nueva cultura de salud ante el calor extremo”.
Durante la primera etapa, estudiantes, docentes y trabajadores fueron capacitados para reconocer las condiciones térmicas críticas y activar un sistema de respuesta inteligente.
Cada aula incorporó higrómetros para medir temperatura, humedad y calidad del aire. Pero el salto cualitativo estuvo en otro lado: toda la comunidad aprendió a leer esos datos y a tomar decisiones colectivas.
“Pasamos de la reacción a la anticipación. Hoy cada aula sabe cuándo es seguro permanecer y cuándo hay que migrar”, destacó Beatriz Guevara, directora del establecimiento, en el acto de presentación.
“El conocimiento es nuestra mejor herramienta de prevención”, afirmó en un comunicado de prensa.
El corazón del programa es el Protocolo de Respuesta Escolar a Altas Temperaturas, que establece umbrales de exposición térmica y un mecanismo de alerta temprana.
Cuando los valores superan los límites seguros, los estudiantes —organizados como “Guardianes de la Calidad Térmica y Ambiental”— activan la migración al Aula de Enfriamiento (AE), un espacio acondicionado para continuar la jornada sin suspender actividades.
Lo que viene: patios bioclimáticos y tecnología propia
Ferreyra anticipó a Canal 10 que el proyecto continuará durante 2026 con dos etapas claves:
Fase II (abril – junio 2026): Transformación del patio escolar
Arborización estratégica.
Superficies frías con pintura de alta reflectancia solar.
Creación de un patio bioclimático multifuncional para reducir el efecto de isla urbana.
Fase III (desde julio 2026): Bioclimatización de bajo consumo
Desarrollo de un sistema propio de enfriamiento pasivo (tipo “torres de viento”).
Evaluación de techos verdes y otros mecanismos que reduzcan la temperatura interior sin tecnologías costosas.